El séptimo arte ha sido, desde sus inicios, una fuente de inspiración en todos los ámbitos de la vida, incluida la decoración.
Quizá más de uno ha pensado en transformar su casa como en la de Meryl Streep en Memorias de África, siguiendo una línea étnica o colonial.
¿Y a quién no le hubiera gustado disfrutar de los amplios salones de cortinas pesadas y muebles curvos de Las Amistades Peligrosas?
El cine es referente en muchas ocasiones y marca tendencia. Incluso los rostros de los actores cuelgan de las paredes a modo de cuadros como Marilyn Monroe -con su famoso retrato de Andy Warhol, Audrey Hepburn o Paul Newman.
Un sinfín de estilos en la cartelera
El eclecticismo es la línea que predomina actualmente en el estilo de vida y, por supuesto, en la decoración. Definido, originalmente, como la filosofía que intenta conciliar las mejores doctrinas, aunque provengan de diferentes fuentes, hoy en día, existe una clara tendencia hacia él.
Desde el estilo minimalista, pasando por el colonial; del retro al zen sin olvidar el clásico, se ha abierto un mundo de estilos que a su vez aportan diferencias al combinarlos entre sí.
Pop Art
Es el colorido en estado puro. Simboliza la cultura urbana, la espontaneidad, la originalidad y la alegría. Surgió en EE.UU. y en Londres en la década de los 60 del siglo pasado, caracterizado por el empleo de imágenes y temas tomados del mundo de la comunicación de masas. Con un predominio de los colores rosa, azul y rojo, busca el contraste y denota modernidad y juventud.
Su máximo representante fue Andy Warhol y, en el cine, uno de sus mayores seguidores es el universal director Pedro Almodóvar, que llena sus decorados de colores chillones, contrastes y estampados de formas geométricas.
Vanguardista
Adoptar este estilo significa un cambio y evolución constante, mezclando estilos, colores y materiales. El acero o aluminio es el material rey en esta percepción “futurista” de la decoración que siente predilección por los ambientes oscuros en tonos chocolate, morado intenso e incluso negro. Pufs, piel de vaca, cuero de diversos colores o telas brillantes son algunas de las ideas para convertir las estancias en vanguardia. Las películas futuristas basaron sus decorados en esta tendencia.
Rústico
Destaca por el uso de materiales nobles y naturales poco tratados, como la madera o el mimbre, acompañados de artesanías y telas duras en colores claros. Esta tendencia, muy usada en las casas de campo, se ha renovado y adaptado a cualquier espacio. Busca el contraste entre la pureza de la naturaleza y el ambiente rural con paredes o detalles con mucho color. En la gran pantalla, la América profunda ha optado en muchos casos por este estilo, como en las inolvidables Los Puentes de Madison o Cold Mountain.
Oriental
Basado en la interpretación exótica y personal de esta cultura milenaria, persigue la simplicidad y el equilibrio. Para ello, se vale de objetos místicos y elementos de la naturaleza en total equilibrio. Busca el concepto del ying y el yang como balance de energías. Esta filosofía de vida queda latente en títulos como Memorias de una Geisha o la actual Deseo, Peligro, que recrean a la perfección los ambientes y espacios orientales.
Zen
Hermano del estilo oriental, tiende a la simplicidad, armonía y canalización de energías. Es otra forma de entender la vida, como bien relatan películas míticas como El pequeño Buda o El Último Emperador. Colores neutros, maderas naturales, muebles sencillos hasta el extremo, luz indirecta, todo en perfecto equilibrio para buscar la meditación. Una búsqueda continua del orden, tanto por dentro como por fuera.
Étnico
El continente africano es el protagonista indiscutible. Espectaculares atardeceres como los de Mogambo o Memorias de África son algunos ejemplos cinematográficos. Colores cálidos y objetos artesanales, tejidos naturales, pieles, máscaras, lanzas…, un estilo donde se mezclan todos los materiales y texturas siempre que se transmita fusión de culturas tribales.
Minimalista
Con la frase menos es más, el arquitecto alemán Mies van der Rohe definió este estilo caracterizado por la extrema simplicidad de sus formas. Surgió en Nueva York, por lo que no es difícil imaginarse a cualquier protagonista de las geniales historias de Woddy Allen descansando en un apartamento de la Gran Manzana. Los preceptos básicos del minimalismo son el uso de colores puros, el todo sobre las partes, formas geométricas y simples y espacios limpios.
Clásico
Clásico no quiere decir necesariamente antiguo ni recargado. En la actualidad, las estancias que siguen este estilo se caracterizan por muebles tradicionales, pero con tapicerías y textiles ligeros que restan barroquismo. Los muebles son generalmente piezas de maderas nobles, butacas orejeras o grandes alfombras. Se busca un ambiente atemporal y ajeno a las modas. La casa encantada de Los Otros, de Alejandro Almenábar, es un claro ejemplo de estilo clásico, en este caso, Victoriano.
Muebles pintados
Pero no sólo de pintar las paredes vive la decoración. Otra de las tendencias más populares de los últimos años es decidirse por renovar los muebles. ¿Cómo? Pintando las diferentes piezas con colores que den vitalidad. Esta rápida y sencilla tarea puede rejuvenecer el mobiliario. Si sólo se quiere dar un toque personal, se debe optar por el uso de plantillas para pintar. En tan sólo una tarde es posible convertir las frías sillas del salón en un campo de tulipanes. Una de las propuestas más novedosas es la que trae la línea Agatha Ruiz de la Prada By Bondex. Además de una paleta de 24 vivos colores, la línea se completa con los estender de nubes, tulipanes o corazones que tan famosa han hecho a la diseñadora.
Aunque la tendencia de mezclar diferentes estilos resulte atractiva, no se deben pasar por alto ciertas normas básicas como una óptima distribución del espacio, ya que el objetivo es conseguir un resultado agradable y equilibrado y no un simple bazar de tendencias. Para ello, es recomendable limitar la variedad de estilos dentro de una misma habitación, cuidar la iluminación y, sobre todo, no recargar las estancias.
Fuente: decorepacio